Tal vez estés pensando en cumplir uno de tus propósitos para mejorar tu calidad de vida. El ejercicio físico es una de las cuestiones que siempre protagonizan estos temas, y mucha gente se plantea comenzar a correr. Si éste es tu caso, ¡enhorabuena! Nosotros te apoyamos y te animamos a que le metas caña. Pero, para que lo hagas de la mejor manera y no te desanimes por la falta de resultado, queremos darte también algún consejo y explicarte cuáles son los errores más clásicos de los runners principiantes. ¡No caigas en ellos!
📌 No calentar o no hacerlo lo suficiente
Éste es uno de los errores de runners principiantes más habituales. Sobre todo, es frecuente entre la gente que no ha practicado deporte habitualmente o que no lo ha hecho en los últimos años. El calentamiento es imprescindible para realizar cualquier actividad física intensa con un mínimo de seguridad.
En caso de no calentar bien, los mínimos riesgos son los de no rendir a la perfección durante dicha actividad –en nuestro caso, la carrera–, pero también es un modo muy fácil de caer en molestias y lesiones que se pueden evitar con solo unos minutos de preparación.
Y ojo, con calentar no nos referimos solo a unos breves estiramientos previos a correr. Nos referimos también a no comenzar la carrera a tope de intensidad, sino a hacerlo progresivamente, racionando nuestras fuerzas y nuestros recursos.
📌 Terminar de correr y despreocuparte
Pensar que, para correr de un modo correcto y saludable, basta con cumplir los objetivos establecidos es otro grave error de runner principiante. El running consiste en una actividad en la que tanto los momentos previos como los postreros son muy importantes.
Si antes de correr es obligatorio calentar bien, cuando se termina de correr también es recomendable estirar. Hay gente que no lo considera tan imprescindible como lo primero, pero nosotros, al menos, te diremos que no está de más nunca. Y es que, después de una carga intensa de actividad, estirar puede ayudar a prevenir lesiones y, haciéndolo de un modo habitual tras las carreras, a alargar nuestra vida como runners.
Pero lo de despreocuparse va también en otro sentido. Porque, ¿cuántas veces has visto –o hecho tú mismo– unos buenos homenajes gastronómicos después de las carreras? Sí, pecar de gula después del running es otro de esos errores de principiantes (y no tan principiantes, vale) que hay que evitar. Vale, un pequeño premio como motivación puede consentirse, pero un atracón de todo aquello que ni conviene ni alimenta… mejor evitarlo. Recuerda que, para un runner, la alimentación es más que importante.
📌 Quemar etapas con demasiada prisa
Vale, has empezado a correr, estás súper motivado y crees que en pocos días ya puedes hacer diez kilómetros sin despeinarte. Oye, todo puede ser, a lo mejor tienes un Gebrselassie o una Radcliffe en ti, pero no es lo más habitual.
Este error de runner principiante suele darse porque los primeros días de entrenamiento, como es lógico, se plantean metas asequibles y fases tirando a cortas. Pero esto no quiere decir que haya que tener prisa y que haya que dar el salto a las siguientes metas cuanto antes.
Al igual que con el primer error, precipitarse es malo y el cuerpo se tiene que ir acostumbrando a las nuevas rutinas. Por eso, del mismo modo que hay que calentar e ir cogiendo ritmo gradualmente, hay que ir quemando etapas con una progresión adecuada y no precipitarse. Los riesgos, en este caso, no solo son físicos, sino que también pueden provocar desmotivación y, a la larga, abandono.
📌 Entrenar más de la cuenta
Como la mayor parte de las cosas que se hacen bien en esta vida, el running requiere de una planificación previa. Esto incluye contar con un programa de entrenamiento que sea adecuado y sostenible y, por supuesto, no caer en esa tentación de “cuanto más entrene, mejor”.
Sobreentrenar es una causa directa de lesiones y desmotivación. Lo primero, por el esfuerzo superior al que se puede llevar y lo segundo porque, al no descansar lo suficiente, los resultados se van resintiendo y la moral va decayendo paralelamente.
Para evitar esto, lo ideal es contar con una buena planificación y, en caso de los principiantes, se puede solicitar ayuda a un preparador profesional o a alguien con más experiencia para que planifique los entrenamientos, la frecuencia de éstos y, sobre todo, los descansos.
📌 Descuidar otro tipo de entrenamientos
El running puede ser una actividad exigente si nos la tomamos lo suficientemente en serio. Y, si se entrena a partir de un determinado nivel, es normal que aparezcan lesiones musculares por falta de compensación.
Con esto, lo que queremos decir es que, para correr a cierto nivel e intensidad, es recomendable incorporar algunos ejercicios con el fin de aumentar la fuerza y estabilizar el cuerpo, sobre todo en brazos, espalda y abdominales.
De esta manera, se consigue fortalecer todo el núcleo principal de nuestro cuerpo, que también absorbe gran parte del impacto que se realiza al correr, y se favorece un mayor equilibrio y una postura más natural cuando se hace running.
📌 Subestimar la técnica
Habrá gente –osada– que diga que para correr no hace falta nada, porque corremos casi desde que aprendemos a caminar. Pero esto es muy falso. Correr cuando se hace running, como actividad deportiva y prolongada, no es lo mismo que echar una carrera por la calle para no perder el autobús a primera hora de la mañana.
Hay defensores de técnicas variadas para practicar running, pero hoy en día se considera que la más eficaz es contactar primero con la zona media del pie e impulsarse con la punta. Esto es algo que se debe tener en cuenta y que muchos principiantes no hacen, ya que no solo permite realizar la actividad de un modo más eficiente, sino que también permite aumentar la resistencia en distancias más largas.
Estos errores de runners principiantes son habituales y tal vez los hayas visto cometer o los estés cometiendo tú mismo. De hecho, probablemente haya alguno más, pero, si consigues quitarte estos malos vicios, ya estás dando un buen avance. Ahora, ¡a correr!