Vivimos a mil por hora. Trabajo, amigos, hacer la compra, sacar algo de tiempo para lo que más nos gusta, hacer algo de ejercicio, y un largo etcétera de asuntos que nos ocupan la cabeza durante el día. Cuando llega la noche, muchas veces no hemos tenido tiempo de descansar entre tarea y tarea porque llegamos tarde a todo y vamos corriendo.
Pues bien, hoy te queremos invitar a que descubras lo valioso que es dedicarle cada día un rato a no hacer nada, a descansar y a desconectar absolutamente de todo. Te puede cambiar la vida.
A veces, sin darnos cuenta vamos demasiado rápido
📌 Newton y su manzana
Tomarse un respiro. En la mayoría de los casos, esto puede ser la solución a una situación de incertidumbre. No solo nuestro cuerpo, sino también nuestro cerebro necesitan descansar, reducir la intensidad y cambiar el ritmo para estabilizarse, regenerar y poder asimilar. Así funcionamos. En Conciencia Natural no nos cansamos de decir que una vida activa es muy importante, pero también lo es descansar, cesar la actividad. Son las dos fuerzas opuestas que encontramos en todo, el yin y el yang. Acción y no acción. Un equilibrio entre estos dos elementos es importante para conseguir un buen rendimiento.
Te habrá pasado más de una vez cuando están inmerso en cualquier proyecto y de repente te estancas, no avanzas, no hay manera. Por muchas vueltas que le des, siempre llegas a la misma solución que ya sabes errónea. Es el momento de parar, de tomarse una descanso y reducir revoluciones. Casi siempre es en ese momento cuando encuentras el camino correcto por el que avanzar.
Vivimos en un mundo en el que no hacer nada está mal visto, se te puede tachar de perezoso. Pues bien, también tenemos derecho a la pereza. No solamente a descansar diez minutos, si no también a tomarnos un día de parar todo y de no hacer nada. Un día para uno mismo. Estos momentos de inacción, e incluso de aburrimiento son enormemente inspiradores en muchos casos.
Se dice que Newton cuando descubrió la ley de la gravedad, estaba sentado bajo un árbol, descansando. Sí, la caída de la manzana fue el revulsivo, el momento ¡eureka!, pero también sabemos que detrás de esta anécdota hay mucho trabajo hecho.
Hablando de momentos ¡eureka! ¿qué estaba haciendo Arquímedes cuando descubrió uno de los elementales principios de la hidrostática? Se estaba dando un baño, y fue la observación del fenómeno en un contexto alejado de sus investigaciones. Dándose un baño.
📌 La inspiración no siempre nos encuentra trabajando
La cultura de estrés obliga a nuestro cerebro a permanecer en un patrón de estados de alerta que sí, nos hace permanecer activos y en constante movimiento. Vamos corriendo a todas partes, en el trabajo estamos a varias cosas a la vez, incluso la dependencia del teléfono móvil nos hace estar continuamente alerta. En cualquier momento podríamos estar recibiendo una notificación. ¡Atención! podría ser importante.
Esta frenética actividad, en muchos casos esto son los árboles que no nos dejan ver el bosque. Tanta actividad y tantas cosas por hacer, tanto pequeños detalles -a veces sin demasiada importancia- por atender es lo que puede hacer que nos estanquemos. Frena, cambia el chip y podrás ver mejor el bosque, obtener una visión nueva de las cosas y esto puede ser muy beneficioso.
📌 Cuando los árboles te dejan ver el bosque
En ocasiones el motivo por el cual no lo hacemos es el miedo a sentirnos perezosos o algún sentimiento de culpabilidad por no estar haciendo todo lo necesario para llegar a una solución, para terminar una tarea o un proyecto, pero lo cierto es que el descanso en muchas ocasiones es la solución. Oxigenarse y oxigenar las neuronas, dejar reposar los pensamientos y luego volver a acometerlos con energía nueva. No parece que pueda haber nada malo.
Y no, estar estresado continuamente no es bueno. Añade un trabajo extra a todos nuestros sistemas que puede incluso llegar a ser perjudicial para la salud. Aprender a estar alerta y en reposo en cada momento puede parecer difícil, pero no lo es tanto.
📌 Hay muchas maneras de no hacer nada
Wu wei, el concepto de la filosofía zen que nos invita a la no acción, a dejar que las cosas fluyan naturalmente, como una planta cuando crece. Esa planta no está haciendo nada por crecer, y sin embargo crece. Esta sería una de las maneras de no actuar, de dejar que las cosas sucedan.
En situaciones normales, siempre es conveniente dejar reposar un poco los problemas para dejar que se oxigenen y también que nos oxigenemos nosotros. Parece que cuando estos se enfrían, aunque tampoco debemos dejar que se enfríen demasiado, la toma de decisiones es más fácil y, por lo general, más acertada.
📌 Esta sería la manera ideal de no hacer nada
En el día a día, aunque no estemos ante un problema, o en una situación continuada de estrés, también es muy conveniente cuidar nuestro tiempo de descanso, ya que de él depende en gran parte nuestro bienestar. Es importante tomarse unos minutos para uno mismo cada día, tener unos minutos de inactividad, lo que no significa mirar tus redes sociales o ver la televisión, nos referimos a no hacer nada, lo que en italiano se llama il dolce far niente, el dulce no hacer nada. Relájate, tómate tiempo para estar contigo mismo.
Elige lo que quieras hacer durante esos minutos que son solo tuyos: Contemplar el paisaje, escuchar música, dar un paseo, mirar cómo cae una manzana, respirar, meditar, … Estos momentos de inactividad reducen el estrés y nos ayudan a tomar distancia de los asuntos que nos preocupan y a ver las cosas con más claridad. En muchas ocasiones unos momentos de meditación, o simplemente que pararnos a respirar y a concentrarnos únicamente en cómo se hinchan y se deshinchan nuestros pulmones (que en realidad es la esencia de la meditación) puede tener el efecto parecido a una pequeña siesta, en el sentido de que al bajar las revoluciones y poner los pies en la tierra, nuestras neuronas se han tomado un importante descanso y ahora podemos funcionar mejor.
📌 Tómate unos minutos al día exclusivamente para tí
Por lo tanto no tengas miedo a parar. A sentarte y cerrar los ojos y ausentarte de todo por unos minutos. No te vas a perder nada, y al contrario, puede que esto sea muy beneficioso para avanzar. Descansa. No hagas nada para poder hacer todo lo que quieras.