La verdadera aventura es conocer y descubrir. No hace falta riesgo para vivir aventuras. Muchas veces lo más emocionante es salir de tu zona de confort, atreverte con lo desconocido y sumergirte en culturas y costumbres diferentes.
Hoy te vamos a hablar de estos viajes de aventura diferentes.
Hubo un tiempo en el que solamente viajar ya era toda una aventura. Los medios de transporte eran lentos, sin la organización que hoy conocemos, no existían la gasolina, los aviones ni los coches y los animales eran el principal medio de transporte. Por supuesto, tampoco existía internet y los viajeros no solamente no sabían exactamente dónde se encontraba su alojamiento, ni cuántas estrellas de valoración tenía y si tenía barbacoa en la terraza o no.
Hoy en día como viajeros nos hemos acostumbrado a unos lujos que ya damos por sentados y hacen que nuestros viajes sean sencillos, cómodos… y puede que hasta tediosos. No solo eso, sino que además el turismo está alcanzando unas cifras que están causando un importante impacto ambiental y sociocultural. Esto en parte es consecuencia del abaratamiento de los vuelos y de las facilidades que ofrece internet.
Por estos motivos cada vez más agencias de viaje se están apuntando a los viajes de aventura, respetuosos con la población del país de destino y con el medioambiente y en los que se está intentando recuperar la verdadera esencia de un viaje: conocer, sorprenderse, investigar y sumergirnos en lo ignoto.
📌 ¿De qué se trata un viaje de aventura?
Por lo general entendemos que un viaje es de aventura cuando realizamos actividades que requieran una cierta destreza en alguna actividad deportiva como montañismo, rafting o escalada en lugares singulares o especialmente interesantes para desplazarnos hasta ese lugar a subir una montaña.
Puede haber diferentes niveles de dificultad en estas actividades, pero lo que suele ser una constante es que en este tipo de viajes se encuentra implícito el interés por el entorno, por la comunidad y todo lo que les rodea. Además de las actividades al aire libre, este es el denominador común de los viajes de aventura, un concepto de viajes diferentes, en el que conocer desde el respeto más absoluto a la comunidad local y al entorno es lo más importante.
Estos viajes también suelen ser abiertos, lo que significa que hay un itinerario y una planificación marcados, pero siempre sujetos a los deseos del viajero o grupo de viajeros, a la meteorología o a otras circunstancias que puedan influir en la planificación de las actividades, incluidos.
Es lo que tienen los deportes al aire libre, que en ocasiones dependemos de la meteorología, sobre todo si vamos a hacer un trekking especial, a subir una montaña o a descender un río en un país tropical. La incertidumbre es un componente importante en los viajes de aventura. Esto para algunos puede resultar un inconveniente, pero para los verdaderos aventureros solo significa un aliciente.
Flexibilidad, autonomía, curiosidad, exploración y capacidad de improvisación serán las características de los viajes de aventura. Volvamos a ser viajeros en vez de turistas.
📌 Bienvenido al turismo sostenible
Los viajes de aventura no tienen por qué ser igual a peligro, es más, no pretendemos que lo sean, si no que lo que proponen es una experiencia en la que sumergirse en la cultura del país de destino, huir de las masificaciones y las explotaciones hoteleras y visitar lugares en los que, además de conocer un sitio nuevo, contribuyamos al desarrollo de las comunidades locales, o al menos no contribuyamos a su destrucción o a la anulación de su identidad.
Seguridad por encima de todo y para todos. Proponen un cambio de mentalidad del viajero, y esta es la parte interesante, la de crear una conciencia sostenible que ayude a la conservación de la autenticidad local de cada uno de los destinos que visitamos.
Elegir los medios de transporte cuidadosamente, así como los alojamientos y los lugares en los que comer o comprar comida, intentando en la medida de lo posible fomentar la economía del lugar. Evitar cadenas de comida rápida, priorizar los negocios familiares y evitar en la medida de lo posible el impacto ecológico de nuestra visita.
A veces no somos conscientes de que el turismo es una actividad que causa un gran impacto en los lugares de destino, ya que una vez que se masifican llegan las multinacionales, anulan los pequeños negocios y absorben las economías locales.
Ya sea de manera individual, con tus amigos o en familia o mediante una agencia de viajes, procura elegir cuidadosamente los medios de transporte, alojamientos y servicios de hostelería que respeten el modo de vida de quienes viven ahí.
Intentemos entre todos conservar la autenticidad y la singularidad de cada rincón del mundo y que allá donde vayamos podamos conocer otros modos de vida. Al fin y al cabo, esto es lo que hace que un viaje nos marque y nos llevemos de vuelta nuevas experiencias y nuevas formas de ver.
📌 Piensa globalmente y actúa localmente
No hace falta irse muy lejos para conocer el turismo de aventura de primera mano. Sí que es verdad que los destinos se suelen elegir por su exotismo o por las posibilidades que ofrecen los lugares más recónditos y que suelen encontrarse en países en vías de desarrollo. También en Europa puedes tener grandes experiencias de turismo de aventura. Aquí y allí nuestra actitud será clave.
Priorizar medios de transporte alternativos al avión en la medida de lo posible, e incluso utilizar tu energía para moverte es el principio de la aventura. No tengas prisa en llegar, en el camino está el viaje y en lo que te vas encontrando también.
Si vas a realizar actividades en el campo escucha a los guías si vas con ellos, ten cuidado con los residuos que generas, minimízalos. Acuérdate de viajar con tu botella reutilizable y cuando compres en los comercios locales hazlo a granel.
Allá donde vayas no seas tímido y atrévete a preguntar, las personas son grandes almacenadores de conocimiento y de información muy valiosa. Dónde está el mercado, dónde se encuentra la fuente más cercana, cuál es la manera más fácil de llegar a tu hostal o cómo se cocina la especialidad local. Convierte tu viaje en un aprendizaje en todos los sentidos. Vive una de las experiencias más enriquecedoras, aventuras sin tener que jugarte el pellejo.