Parece ser que no nos cansamos de buscar cosas nuevas que nos hagan sentirnos bien. Y viajar a pie es una de ellas. Según una gran encuesta realizada por la plataforma Booking.com, un 56% de los participantes aseguraron que les gustaría hacer un viaje a pie. ¿Locura o genialidad? Aunque estos dos conceptos muchas veces se tocan, a nosotros nos parece una genialidad y por eso hemos querido investigar más.
Desplazarnos a pie vuelve a convertir el mundo en un lugar enorme y a nosotros en pequeños seres. Veamos las posibilidades y beneficios que ofrece un viaje a pie.
📌 ¿Somos una nueva generación de peregrinos?
Nunca hemos dejado de viajar. Siempre dentro de nuestras posibilidades y, para qué negarlo, dentro de los estilos y tendencias que se llevaban en cada tiempo. Pero nadie puede obviar que, por muchos aviones que cogiéramos y playas visitáramos, siempre había una porción de turistas a los que les gustaba otro tipo de viajes más tranquilos, cercanos a la naturaleza y con opciones relajantes, como el senderismo, como protagonistas.
También han estado ahí presentes, y lo siguen estando, los caminos clásicos de peregrinaje. Pueden llegar a ser más exigentes, según cómo se enfoquen, y realizarse con objetivos religiosos, culturales o, simplemente, recreativos. Hablamos de cualquiera de las rutas del Camino de Santiago, la ruta del Santo Grial o, en términos internacionales, cualquiera de las rutas históricas más impresionantes.
📌 Viajar a pie nos permite entrar en contacto con la naturaleza
Pero lo que de verdad nos lleva a pensar en una nueva generación de peregrinos es el gusto por viajar a pie que está renaciendo en los últimos años. Y, para explicarlo, podemos analizar distintos factores que hace de este tipo de viajes algo realmente atractivo.
Somos de los que creemos que viajando a pie se puede llegar más lejos. Vale, en avión, tren o coche se cubren largas distancias en poco tiempo, pero estos medios de transporte no llegan a todos los sitios. Ni mucho menos. Y, además, le quitan el sentido de aventura que tanto nos gusta.
Piensa en la cantidad de rutas y senderos que puedes patear y que ni un todoterreno alcanza. Imagina los rincones secretos a los que podrás acceder y los parajes que podrás contemplar. ¡Cuántas fotos y cuántos recuerdos con los que disfrutar y dar envidia a esos turistas de asfalto o bronceador que aún no conocen la aventura!
📌 Viajes sostenibles y saludables
Cada vez más gente se conciencia de que hay que practicar un tipo de turismo que sea más respetuoso con el entorno. Hemos cometido –y seguimos cometiendo– muchos excesos y, al final, los destinos que más nos gustan y el medioambiente en general se acaban por resentir.
Las propuestas de turismo sostenible son muy interesantes en este sentido y eso no quita que las vacaciones se puedan disfrutar igualmente. Y sí, estás en lo cierto, viajar a pie es un modo sostenible de practicar turismo. Más todavía, es una manera de acercarte a la naturaleza y a las raíces culturales y tradiciones que muchas veces se pierden y no estaría mal mantener o recuperar.
Viajar a pie es un modo sostenible de practicar turismo
Y viajar a pie también es saludable. Ya sabes que caminar todos los días es algo bueno, ya que siempre es recomendable realizar alguna actividad física, y viajando a pie lo más probable es que hagas unos cuantos kilómetros cada día.
No es necesario que te marques unas etapas como las del Camino de Santiago, no queremos que termines tus vacaciones más cansado de lo que las comenzaste. Con unas caminatas mesuradas y razonables puedes darle un poco de forma a esos músculos y articulaciones que pasan tantas horas quietos en la oficina.
📌 Caminar también permite meditar y reflexionar
Cuando hablamos de saludable, también nos referimos a la mente. Mens sana in corpore sano, y lo bien que viene para la cabeza viajar a pie. En serio, no solo porque es un método verdaderamente eficaz de desconectar, sino porque también permite reflexionar y abrir la mente.
Piénsalo un poco: cuando viajas caminando, tienes mucho más tiempo y posibilidades de descubrir y observar todo lo que hay a tu alrededor. Es más, lo harás sin darte cuenta. Al igual que también te irás olvidando inconscientemente de todas esas cuestiones que te oprimen en tu día a día y, lo mejor de todo, te da la oportunidad (mucho más intensa que en otro tipo de viajes) de conocer a otras personas, otras culturas y, sobre todo, otras experiencias.
📌 Y esa sensación de libertad…
No podíamos cerrar el tema de los beneficios de viajar a pie sin esto. Porque, sinceramente, estamos hasta arriba de compromisos y obligaciones. Si no es en el trabajo, es en nuestras relaciones sociales o en nuestras tareas. Normalmente, tenemos horarios marcados para casi todo y muy poco margen de improvisación.
📌 Disfruta de la libertad que te da viajar a pie
Explorar, descubrir, sorprenderte, meditar, llevar un estilo de vida saludable y sostenible… todo esto está muy bien. Pero la base en la que se sustenta cada una de estas ventajas es la libertad que tienes cuando haces un viaje a pie.
En este tipo de viajes, tienes mucha más facilidad para decidirlo tú todo. Tú eliges hasta dónde te comprometes, planificas e improvisas. Y, cuando no tienes ninguna barrera, puedes explorar más, descubrir más, sorprenderte más, meditar más y, de lo que al final se trata en unas vacaciones, desconectar y divertirte mucho más.
Vale, todo esto a lo mejor no es posible en tu caso. No todo el mundo, aunque viaje a pie, puede permitirse un viaje con una mochila y ningún rumbo preestablecido. Pero lo que está claro es que, incluso en el viaje a pie más modoso que puedas imaginar, vas a poder disfrutar de alguna de estas bondades. Si ya lo has hecho, sabrás de qué estamos hablando. Y, si no lo has probado todavía, ¿a qué esperas?